¿YUGOSLAVIA ES EL NOMBRE DE QUÉ?
Mini ciclo de conversaciones sobre arte y política en las (ex) Yugoslavias con Francisco Tomsich | a la gorra
17 y 20 de diciembre en ENTRE (Macachines 2380), 19:00
Invitan: entre + SOA
Hay al menos tres tipos de narrativas que contribuyen al entierro y velorio de Yugoslavia en el plano simbólico y político. Una es la gran narrativa global (teleológica) del capitalismo. Otra es la historia centrada en el “fracaso” del proyecto yugoslavo a través del prisma de las guerras de la década de los años 90 en Eslovenia, Croacia, Bosnia, Kosovo y Serbia. Otra historia es la de la inserción en el concierto internacional de las naciones que surgieron de esas guerras como unidades políticas en “transición”. Pero también hay contra-narrativas: algunas de ellas pueden ser consideradas síntomas de “yugo-nostalgia” (e incluso subsumir en cierto tipo de nacionalismo retrógrado), mientras que otras se ocupan de la persistencia de Yugoslavia a nivel histórico, político y simbólico, y ponen en cuestión muchos de los estereotipos y lugares comunes propugnados por los relatos que idealizan o demonizan la existencia, las condiciones, el horizonte utópico y la persistencia de Yugoslavia. Algunos de esos lugares comunes se relacionan con la idea de que las guerras yugoslavas de los años 90 eran algo así como inevitables, o con la ignorancia o simplificación de los procesos políticos e históricos de la federación de naciones que dio en llamarse Yugoslavia en dos períodos históricos muy diferentes. Otros, con el uso indiscriminado o irreflexivo de conceptos como “autoritarismo” o “dictadura” e incluso “comunismo” (Yugoslavia no era oficialmente un país comunista). Otros, con las historias de proyectos de emancipación que son subsumidos actualmente en y por feminismos, micronacionalismos o translocalismos. Otros, con la riqueza cultural de Yugoslavia y las condiciones en que se produjeron allí acontecimientos artísticos de características únicas, altamente críticos, revulsivos y sofisticados. Yugoslavia era, y es, un fenómeno complejo y lleno de contradicciones. El objetivo de estos encuentros es analizar y discutir la persistencia de Yugoslavia, qué sea eso. Asomarse a su abismo histórico, poblado de fantasmas de colonialismos muy antiguos y migraciones atávicas, atravesado por procesos económicos específicos y divergentes. Conocer algunas de las manifestaciones culturales (cine, artes visuales, música y literatura) que fueron parte de su auto-conformación. Saber o intuir qué de eso continúa produciendo sentido histórico, político y simbólico en un momento de crisis (y al mismo tiempo exacerbación discursiva) del modelo nacional(ista) en la región y el mundo.
Parte 1
¿Qué pensamos cuando decimos Yugoslavia?
Mapas, secuencias, datos, palabras. Etnias, naciones, religiones, países, lenguas. Migraciones, ideas, colonialismos, federalismos. Procesos políticos, procesos económicos. Cultura en Yugoslavia. Guerras yugoslavas. Transiciones. Formas, contenidos y funciones del arte en las (ex-) Yugoslavias. Artes y política, artes y políticas culturales. Realismo de qué socialismo, socialismo de qué realismo. Vanguardia, neovanguardia, retrovanguardia. Avatares del modernismo. Cine, literatura, música, artes visuales: síntomas, celebraciones, disidencias. La palabra katastrofa.
Parte 2
Cine yugoslavo como síntoma: introducción y ejemplo(s)
Notas y observaciones sobre las historias del cine en Yugoslavia.
Proyección: Splav Meduze (La balsa de la Medusa) Karpo Acimović-Godina, 1980.
Francisco Tomsich (1981) es artista y autor. Desarrolla desde 2013 el programa de investigación artística Talgia, dedicado a historias recientes del arte en Europa del Este, a través de obras, muestras, publicaciones y dispositivos pedagógicos y curatoriales.